Cómo rebajar un suelo de hormigón y cómo pulirlo

Rebajar las superficies de hormigón y pulirlas son dos tareas comunes en obras. Bien sea para alisar y dar un mejor acabado, bien sea para igualar la superficie para poner algún tipo de pavimento sobre ella. Vamos a mostrarte cómo rebajar un suelo de hormigón y cómo pulir hormigón de forma sencilla y con un acabado perfecto.

¿Cómo rebajar un suelo de hormigón?

La clave está en la herramienta a utilizar para realizar este trabajo: una fresadora para pavimento de hormigón. Con ella podrás desbastar el piso de hormigón y rebajar su nivel. Solo unos pocos milímetros o bien varios centímetros.

Un error común es elegir una herramienta inadecuada. Una pulidora sirve para pulir hormigón seco pero no es la adecuada para rebajar su nivel. Un martillo neumático pica el hormigón pero no permite rebajarlo logrando un acabado nivelado y sin dañar posibles cableados bajo el hormigón. La fresadora de hormigón, es la adecuada para desbastar y rebajar el nivel de un suelo de hormigón.

 

 

¿Cómo rebajar una solera de hormigón con una fresadora de pavimento?

Se utiliza sobre el hormigón en seco y es capaz de rebajar este material muy resistente. Para ello se debe poner en marcha y realizar pasadas de forma uniforme cubriendo cada metro cuadrado de la superficie. Según el tipo de fresadora usada, esta proporcionará un distinto grado de desbastación en cada pasada.

Teniendo en cuenta esto y los milímetros o centímetros que quieras rebajar un suelo de hormigón, tendrás que realizar más o menos pasadas.

¿Para qué sirve rebajar una solera de hormigón?

  • Eliminar manchas difíciles de su superficie.
  • Corregir un vertido de hormigón que ha creado una solera desnivelada.
  • Rebajar el nivel para facilitar el drenaje del agua de lluvia en una solera junto a una vivienda u otro edificio.
  • Preparar el suelo para poner placas cerámicas u otro tipo de pavimento.
  • Borrar señales o líneas de pintura.
  • Eliminar imperfecciones en la solera de hormigón como salpicaduras de este y rugosidades si no se han corregido con el hormigón mojado y se ha secado.
  • Preparar la superficie para sellados y recubrimientos.

¿Cómo pulir hormigón y lograr un acabado liso?

Dejar el hormigón liso mediante un proceso de pulido es sencillo utilizando una pulidora de hormigón.

Se puede pulir en seco o en mojado, aunque si la superficie es pequeña o en una reforma de una vivienda lo habitual es el pulido del hormigón en seco. El agua actúa para evitar el polvo, pero en algunos entornos no se puede utilizar.

Puedes usar la pulidora para lograr un nivel de brillo determinado. Y puedes utilizarla tras usar una fresadora que se haya encargado de rebajar el suelo de hormigón previamente. Hay distintos discos de pulido y es importante elegir el adecuado para cada superficie. Los discos gruesos se utilizan en superficies más finas y los de grano bajo en suelos más ásperos.

 

 

Pero, ¿cómo pulir hormigón? Lograr un acabado pulido es sencillo. Una vez en marcha la máquina pulidora de hormigón, esta debe realizar pasadas por toda la superficie. Para un pulido uniforme, evita solapar la superficie sobre la que trabaja la máquina.

Según el brillo o acabado deseado, deberás realizar más o menos pasadas.

Puedes ver nuestra pulidora rotativa en acción en este vídeo:

 

¿Para qué sirve un acabado pulido?

  • Para que resulte más estético, uniforme y brillante.
  • Lograr un alisado que permita aplicar algún tipo de proceso de sellado.
  • Para poder aplicar color, puliendo la superficie y aplicando el deseado después.
  • Facilitar su limpieza evitando que el polvo quede adherido a ella, como ocurriría si la superficie fuera rugosa.
  • En el suelo de parkings o garajes para cuidar la vida útil de los neumáticos al reducir su desgaste por la menor fricción de la superficie lisa.

 

En RAMA puedes encontrar la fresadora de hormigón o pulidora que necesitas para tu trabajo. Si después de este artículo aún te ha quedado alguna duda, te asesoraremos para que te lleves la máquina adecuada. ¡Contacta con nosotros!